LA PINTORA Y LOS POETAS
Estación Coyoacán
Ríos de color y simetría confluyen,
paralelan adentro de la pupila de cristal
con el espacio abierto atando
anaranjadas tensiones cotidianas.
Llega el joven poeta con su oferta de imágenes,
Leticia lo saluda desde el diorama
de su muralla vitria y le sonríe.
Dinámicas entroncan
encima de relámpagos cargados
de pacientes impacientes,
arriba de las testas bulliciosas,
en donde los dueños del color y los volúmenes
hacen su ceremonia conmemorativa.
El joven poeta, el inventivo,
está siendo inventado por los mistagogos
cromovoluminizadores
y por la sentencia con la que el reloj
acostumbra rehacer sus ritos.
En la estación Coyoacán del metro
unos vienen del tiempo, otros corren hacia el tiempo.
Leticia nos observa.
Roberto López Moreno