LA PINTORA Y LOS POETAS
Dios y Leticia Ocharán
Dios creó en esa mujer unos ojos únicos, clarísimos,
de vitral gótico, que enamoraron a quienes los vieron.
Sin embargo, por esos ojos de pronto irrumpió el caos.
Entonces Dios a esa mujer le dio unas manos
llenas de gracia para que purificara el mundo,
para que pintara la luz violenta que entrara por sus ventanas.
Héctor Carreto